Por este orden:
1- Daft Punk. Le habíamos perdido la pista a este par de franceses. El espectáculo que montaron en el festival fue de aúpa. Aparecieron en lo alto de una pirámide enfundados en sus trajes negros con cascos, detrás tenían un armazón de neones y una panel gigantesco de luces. No dijeron ni hola y se mantuvieron a mil kilómetros del público, por lo que nos ahorramos "I say yeah..." "viva la paella" "hola Madrid" y similares. Dejaron caer sus hits, que se vieron "jebimetalizados" por la impresionante cantidad de decibelios con la que contaban. Los juegos de luces fueron el colmo de los colmos, rayando en el videoarte. De sus canciones estuvieron especialmente bien, "Robot Rock" y "Television Rules The Nation" con sus samplers guitarreros. Han mamado Devo, Kraftwerk y eurodisco desde la edad de 3 años. Demoledores y entretenidísimos, habrá que retomarles la pista. Lo que Ibiza debió ser y no fue.
2- Primal Scream. Presentaron las canciones (rock) de su último LP, dieron el pego de sobrinos de los Stones, pero nos quedamos con las canciones de sus discos más "tecnificados", "Xtrmntr" y "Vanishing Point" (más peligrosos y misteriosos que su vena 70s) que sonaron a como un panzer entrando en una cristalería Arcoroc y donde contaron con la ayuda de sintetizadores y bases rítmicas. Bobby Gillespie para no ser menos que su tío Mick, ejerció de estrella de rock pasadísima. Al contrario de lo habitual, es un grupo de rock and roll nacido para festivales y macroestadios. Eso sí, que no les hagan la prueba del dopping al acabar, por si acaso.
3- Twilight Singers. El ex-Afghan Whigs nos sorprendió en uno de los escenarios, con su nueva banda. Rock nocturno, con toques de soul blanco y algunos temas que rozaron el éxtasis post-grungil. Greg Dulli no merece estar en la segunda división con sus discos en solitario, aunque sus canciones nunca podrán ser melodías para móviles. Hicieron un set breve e intenso. Tocar en la carpa del circo (nada menos que el Circo Americano!!!) , hizo que el concierto pareciera más emotivo.
No vamos a poner a parir a las bandas que no nos gustaron, pero no podemos dejar de reseñar la actuación de Belle And Sebastian, ya que aparte de sus mejores canciones, metieron unas cuantas de relleno, directamente soporíferas. Para colmo la actitud de Stuart Murdoch y su secuaz del traje negro en escena, era más propia de un evento de Ratzinger o de "Amo a Laura". Ser treintañero o cuarentón no tiene porque ser sinónimo de aburrido, cursi o empalagoso. ¡Qué hagan un split single con Impaled Nazarene ya!.
La organización del festival fue correcta, hubo gente que le molestó que hubiera tanta coincidencia de grupos en los distintos escenarios. También se notó que el festi pinchó en cuanto a número de asistentes (unos 10.000 en lugar de los 30.000 esperados se decía), pero eso hizo que el moverse por el recinto fuese mucho más cómodo.
El premio a la imagen más "cool" se lo damos al teclista de Sparks, un primo lejano de Mortadelo (ver foto).