La Primavera en Barcelona
Allá nos fuimos la tribu del chándal por primera vez, al Festival Primavera Sound de Barcelona Otros años nos habíamos quedado con ganas de ir a este evento, pero este año era fuerza mayor, era el que mejor cartel tiene en 2009, después de que las rivalidades absurdas acabaran temporalmente con el madrileño-catalán Summercase el año pasado. Una buena selección de artistas con variedad dentro de lo homogéneo, algo difícil de conseguir, vamos que era prácticamente imposible no encontrar algo afín.
Sorprende la avalancha de asistentes a pesar que los ciento y pico Euros del abono no son precisamente para tiempos de crisis. Una fauna muy variada, modernos con pintas calcadas de las revistas de tendencias, rockeros de toda la vida, padre e hijos (especialmente el día de Neil Young), una legión de guiris en su mayoría british, algunos colgados puestos hasta las cejas de todo como en cualquier festival del mundo, y gente con un look "nota" inclasificable por lo bizarro. Y por supuesto una "embajada madrileña" considerable invadiendo el recinto. El sonido de los escenarios en general fue muy bueno y aunque estaban algo separados entre si, eso nos sirvió para bajar las cervezas que habíamos engullido previamente. La zona VIP tenía muy poco VIP, es de suponer que un concierto de Soraya estaría atestado de dichos especímenes, tenemos a la jet española en el tercer mundo aún. Nos quedamos con ganas de descubrir la depuradora que habita bajo los suelos del Fórum y que tanto "perfumó" el aire en ciertos momentos, el Capitán Entresijos encontraría ahí material para 10 elepés.
Entre las bandas que pudimos ver merecen ser recordadas:
Kitty, Daisy & Lewis
Trio británico de rockabilly y swing teletransportados desde los años 40 y 50. Lo primero que alucina es su edad (son hermanos dos chicas un chico), rondan los 20 años y actúan con sus padres, y lo segundo es la capacidad de tocar un sinfín de instrumentos: lo mismo la steel guitar que el acordeón. Con eso sonido tan vintage y esa actitud naif es lógico que tuvieran al público en el bolsillo desde el primer momento. Su primer disco ha sido un pequeño acontecimiento en su país y está por ver qué será de ellos en los próximos cinco años, ¿acabarán en el submundo de los vicios del rock o seguiran manteniendo esa pose inmaculada?, ¿el público que los ha aupado seguirá apoyándoles en el tercer disco?. Terminaron con una estupenda versión de Louis Prima.
Sonic Youth
Reinaron sobre todas las bandas, en especial porque presentaron su inminente disco para Matador Records "The Eternal", muy accesible y con unos cuantos temazos ("Anti-orgasm" "What we know" " "Walkin' Blue") olvidándose de su última etapa experimental. Ya teníamos ganas de tener a los Sonic Youth de nuevo en plan rock como en "Goo" o "Dirty" aunque los puristas prefieran cosas más profundas (pero aburridas a nuestro juicio) como "Daydream Nation". Arrasaron cuando enfilaron su traca de clásicos, y la línea del frente que forman Lee Ranaldo, Thurston Moore y Kim Gordon es imbatible. Esta última sigue siendo una perfecta diva del underground, sexy, distante y gélida. Como novedad llevaban dos bajos, uno de ellos tocado por un ex-Pavement. El sonido y punteos de las guitarras fue especialmente agresivo y preciso dentro de lo que es su mundo noise.
Shellac
O mejor dicho la banda del pope de todos los popes del underground yanqui, Steve Albini. Sonaron tremendos y contundentes en una sencilla formación de guitarra-bajo-batería que sonó como una apisonadora gigante. Rápidos, atonales y con nervio. Son las perfectas anti-estrellas. Como en su discografía se echa de menos algún hit-single que corear a todo pulmón. Terminaron recogiéndose ellos mismos el equipo como si acabaran de empezar a tocar. ¿Son músicos que sólo pueden ser entendidos por otros músicos?. Los Ferran Adriá del rock.
The Drones
Muy esperados estos australianos, sus últimos discos han recibido todas las loas posibles en la prensa del ramo. Preciosos punteos y un show serio que no aburrió nada con una bajista que le dio la espalda al público casi todo el rato. Con suerte en breve se podrían hacer grandes y acceder a más audiencia. Es imposible buscarles parecido con alguna banda en concreto.
Black Lips
Otros que llevan un tiempo a punto de ser una banda grande. Los de Atlanta atacaron con lo mejor que tienen, descargas de garage psicódelico contémporaneo con sonido mugriento. Fueron de los más vivos tocando y se les vio divertirse a fondo en escena. Les debe importar un comino el éxito y mantienen esa actitud de fumetas descarriados y salvajes. Lo más morgen del lote primaveral. Era curioso observar como algunos asistentes fotocopiaron sus pintillas y sus bigotes.
The Pains Of Being Pure At Heart
El grupo del nombrecito. Americanos pero de sonido británico años 90. Frescos y con estribillos muy pop tatareables, su único disco es una de las mejores cosas que hemos oído este año. Lo tienen difícil para evolucionar estando tan enquistados ahí, pero nos hicieron pasar un buen rato.
Lighting Bolt
Mega-alternativos y disfuncionales. Dos tipos, bajo, batería y voces desquiciadas. Una chatarra sónica histérica que le fundió los plomos a más de uno. Bajaros del avión si ellos son los pilotos. Por su valentía estos norteamericanos merecen un elogio. El punk en 2009.
Jay Reatard
Otro punk-rocker en toda regla. Proveniente de bandas esenciales (Reatards, Lost Sounds) para entender la escena actual es uno de los últimos fichajes de Matador. Su nuevo LP es uno de los trabajos más esperados en 2009. Insobornable, furioso y rotundo hizo que el público no parara de moverse durante su concierto.
Nos hablaron (gente de bien) de magníficos conciertos de The Bad Plus, My Bloody Valentine, Zombie Zombie, o Dan Deacon pero es imposible abarcarlo todo.
Y entre las cosas menos destacables, tenemos que señalar a Mahjongg con un tipo que cantaba como Madonna pero que parecía sacado de los Reincidentes, Sunn O))) una mala broma heavy que el público se tomó tan en serio como una ópera de vanguardia, viejas glorias como los Vaselines que fueron muy planos, y unos irreconocibles Throwing Muses con un sonido muy poco ochentero. También se pasearon A Certain Ratio, la nostalgia resucita a grupos incomprensibles.
Para colmo la tribu chandalista se salió a la calle a comer un bocata y beberse unas jarras en cuanto empezó Neil Young para indignación de toda la tribu rockera y tampoco vimos a los Jayhawks. ¡No somos nada auténticos!.
Fotos: Ignacio Cartón
Sorprende la avalancha de asistentes a pesar que los ciento y pico Euros del abono no son precisamente para tiempos de crisis. Una fauna muy variada, modernos con pintas calcadas de las revistas de tendencias, rockeros de toda la vida, padre e hijos (especialmente el día de Neil Young), una legión de guiris en su mayoría british, algunos colgados puestos hasta las cejas de todo como en cualquier festival del mundo, y gente con un look "nota" inclasificable por lo bizarro. Y por supuesto una "embajada madrileña" considerable invadiendo el recinto. El sonido de los escenarios en general fue muy bueno y aunque estaban algo separados entre si, eso nos sirvió para bajar las cervezas que habíamos engullido previamente. La zona VIP tenía muy poco VIP, es de suponer que un concierto de Soraya estaría atestado de dichos especímenes, tenemos a la jet española en el tercer mundo aún. Nos quedamos con ganas de descubrir la depuradora que habita bajo los suelos del Fórum y que tanto "perfumó" el aire en ciertos momentos, el Capitán Entresijos encontraría ahí material para 10 elepés.
Entre las bandas que pudimos ver merecen ser recordadas:
Kitty, Daisy & Lewis
Trio británico de rockabilly y swing teletransportados desde los años 40 y 50. Lo primero que alucina es su edad (son hermanos dos chicas un chico), rondan los 20 años y actúan con sus padres, y lo segundo es la capacidad de tocar un sinfín de instrumentos: lo mismo la steel guitar que el acordeón. Con eso sonido tan vintage y esa actitud naif es lógico que tuvieran al público en el bolsillo desde el primer momento. Su primer disco ha sido un pequeño acontecimiento en su país y está por ver qué será de ellos en los próximos cinco años, ¿acabarán en el submundo de los vicios del rock o seguiran manteniendo esa pose inmaculada?, ¿el público que los ha aupado seguirá apoyándoles en el tercer disco?. Terminaron con una estupenda versión de Louis Prima.
Sonic Youth
Reinaron sobre todas las bandas, en especial porque presentaron su inminente disco para Matador Records "The Eternal", muy accesible y con unos cuantos temazos ("Anti-orgasm" "What we know" " "Walkin' Blue") olvidándose de su última etapa experimental. Ya teníamos ganas de tener a los Sonic Youth de nuevo en plan rock como en "Goo" o "Dirty" aunque los puristas prefieran cosas más profundas (pero aburridas a nuestro juicio) como "Daydream Nation". Arrasaron cuando enfilaron su traca de clásicos, y la línea del frente que forman Lee Ranaldo, Thurston Moore y Kim Gordon es imbatible. Esta última sigue siendo una perfecta diva del underground, sexy, distante y gélida. Como novedad llevaban dos bajos, uno de ellos tocado por un ex-Pavement. El sonido y punteos de las guitarras fue especialmente agresivo y preciso dentro de lo que es su mundo noise.
Shellac
O mejor dicho la banda del pope de todos los popes del underground yanqui, Steve Albini. Sonaron tremendos y contundentes en una sencilla formación de guitarra-bajo-batería que sonó como una apisonadora gigante. Rápidos, atonales y con nervio. Son las perfectas anti-estrellas. Como en su discografía se echa de menos algún hit-single que corear a todo pulmón. Terminaron recogiéndose ellos mismos el equipo como si acabaran de empezar a tocar. ¿Son músicos que sólo pueden ser entendidos por otros músicos?. Los Ferran Adriá del rock.
The Drones
Muy esperados estos australianos, sus últimos discos han recibido todas las loas posibles en la prensa del ramo. Preciosos punteos y un show serio que no aburrió nada con una bajista que le dio la espalda al público casi todo el rato. Con suerte en breve se podrían hacer grandes y acceder a más audiencia. Es imposible buscarles parecido con alguna banda en concreto.
Black Lips
Otros que llevan un tiempo a punto de ser una banda grande. Los de Atlanta atacaron con lo mejor que tienen, descargas de garage psicódelico contémporaneo con sonido mugriento. Fueron de los más vivos tocando y se les vio divertirse a fondo en escena. Les debe importar un comino el éxito y mantienen esa actitud de fumetas descarriados y salvajes. Lo más morgen del lote primaveral. Era curioso observar como algunos asistentes fotocopiaron sus pintillas y sus bigotes.
The Pains Of Being Pure At Heart
El grupo del nombrecito. Americanos pero de sonido británico años 90. Frescos y con estribillos muy pop tatareables, su único disco es una de las mejores cosas que hemos oído este año. Lo tienen difícil para evolucionar estando tan enquistados ahí, pero nos hicieron pasar un buen rato.
Lighting Bolt
Mega-alternativos y disfuncionales. Dos tipos, bajo, batería y voces desquiciadas. Una chatarra sónica histérica que le fundió los plomos a más de uno. Bajaros del avión si ellos son los pilotos. Por su valentía estos norteamericanos merecen un elogio. El punk en 2009.
Jay Reatard
Otro punk-rocker en toda regla. Proveniente de bandas esenciales (Reatards, Lost Sounds) para entender la escena actual es uno de los últimos fichajes de Matador. Su nuevo LP es uno de los trabajos más esperados en 2009. Insobornable, furioso y rotundo hizo que el público no parara de moverse durante su concierto.
Nos hablaron (gente de bien) de magníficos conciertos de The Bad Plus, My Bloody Valentine, Zombie Zombie, o Dan Deacon pero es imposible abarcarlo todo.
Y entre las cosas menos destacables, tenemos que señalar a Mahjongg con un tipo que cantaba como Madonna pero que parecía sacado de los Reincidentes, Sunn O))) una mala broma heavy que el público se tomó tan en serio como una ópera de vanguardia, viejas glorias como los Vaselines que fueron muy planos, y unos irreconocibles Throwing Muses con un sonido muy poco ochentero. También se pasearon A Certain Ratio, la nostalgia resucita a grupos incomprensibles.
Para colmo la tribu chandalista se salió a la calle a comer un bocata y beberse unas jarras en cuanto empezó Neil Young para indignación de toda la tribu rockera y tampoco vimos a los Jayhawks. ¡No somos nada auténticos!.
Fotos: Ignacio Cartón
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