El club de los malditos Vol. XXIII
Uno de los discos malditos y más reivindicables de los 90 es "Polvo de Ángel" (Nuevos Medios). Concebido y grabado por El Ángel en 1994, este LP es un compendio de la imagineria ochentera, años que su protagonista había exprimido a fondo. Ángel fue guitarrista y cantante de un grupo de "La Movida", Los Escaparates, y también publicó posteriormente sus poesías callejeras, recogidas en un libro titulado "Los Planos de la Demolición".
En este trabajo contó con la ayuda de otros músicos como Ana Curra o, los sevillanos Dogo y Los Mercenarios, y para la fotos nada más y nada menos que con Alberto García-Alix . Se pueden oir guitarras afiladas que afortunadamente no tienen ninguna influencia Stones-Kiz (al contrario de muchas bandas nacionales), la estremecedora voz de dragón de El Ángel, así como unas letras que reflejan el mundo canalla de una generación que se dio de bruces contra la realidad de aquellos tiempos: chupas de cuero, motos, navajas, peleas, atracos, drogas, yonquis, garitos oscuros, heroína, mujeres fatales, noches sin fin....
Él lo definió en una entrevista así:
«Creo que pertenecemos a una generación que si se caracterizó por algo, fue por jugársela y ahora no encontramos mucha gente como nosotros. También hemos pagado un precio por ello. De quince años para acá, hay mucha gente que falta, y los que hemos quedado estamos... ¿cómo lo diría?».
Unos años intensos que se cobraron muchas vidas a causa del SIDA. El Ángel murió también por esta enfermedad poco después de la publicación del disco.
Es invevitable pensar en otras bandas españolas que han transitado los mismos senderos estilísticos: los mencionados Dogo y Los Mercenarios, Desechables/Raiser, Decibelios, algunos temas de Sabino con Los Trogloditas, Ángel y las Guays, en lo que podría clasificarse como una suerte de "Killer-rock ibérico".
Rescatamos "El Mar" que es uno de los temas más intensos, conociendo el trágico final del protagonista de este artículo.
En este trabajo contó con la ayuda de otros músicos como Ana Curra o, los sevillanos Dogo y Los Mercenarios, y para la fotos nada más y nada menos que con Alberto García-Alix . Se pueden oir guitarras afiladas que afortunadamente no tienen ninguna influencia Stones-Kiz (al contrario de muchas bandas nacionales), la estremecedora voz de dragón de El Ángel, así como unas letras que reflejan el mundo canalla de una generación que se dio de bruces contra la realidad de aquellos tiempos: chupas de cuero, motos, navajas, peleas, atracos, drogas, yonquis, garitos oscuros, heroína, mujeres fatales, noches sin fin....
Él lo definió en una entrevista así:
«Creo que pertenecemos a una generación que si se caracterizó por algo, fue por jugársela y ahora no encontramos mucha gente como nosotros. También hemos pagado un precio por ello. De quince años para acá, hay mucha gente que falta, y los que hemos quedado estamos... ¿cómo lo diría?».
Unos años intensos que se cobraron muchas vidas a causa del SIDA. El Ángel murió también por esta enfermedad poco después de la publicación del disco.
Es invevitable pensar en otras bandas españolas que han transitado los mismos senderos estilísticos: los mencionados Dogo y Los Mercenarios, Desechables/Raiser, Decibelios, algunos temas de Sabino con Los Trogloditas, Ángel y las Guays, en lo que podría clasificarse como una suerte de "Killer-rock ibérico".
Rescatamos "El Mar" que es uno de los temas más intensos, conociendo el trágico final del protagonista de este artículo.
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